Así te veo. Como eres?

Es noche cerrada y como hacía días que no ocurría, me encuentro conmigo misma y mis pensamientos ordenados o amontonados sobre tinta en un papel.
Me dejo llevar por los acordes que rompen el silencio nocturno y pienso que han sido muchos días sin mí.
Echaba de menos sentarme relajada bajo la tenue luz que me alumbra sin prisas por dormir y escucharme sin más.. encontrarme con quien a mis pensamientos quisiera llegar.
Hoy te tocó a ti.. y aunque nunca pasaste desapercibido para mí, hoy no tendría respuesta si me preguntaras por qué.. no hay un motivo o una razón de peso, pero sí, pregúntame aunque no tenga respuesta.
Pensaba si serás tan complicado como aparentas o si es una fachada construida con el paso del tiempo para que nadie pueda sumergirse en ti.
Navegar por tus adentros ha de ser emocionante, poder seguir el oleaje a donde quiera llevarme, dejar que el rumor de las olas me cuenten como llegaste a las tormentas, a las tempestades que tienes contigo mismo...
Sentir ese mar enfurecido que llevas dentro, ola rebelde que se niega a llegar a la orilla para morir..
Tienes miedo a la calma, al sentir, no crees que algo pueda perdurar a lo largo del tiempo y te niegas a desnudarte ante lo irremediable.
Tienes miedo a las caricias que como el sol, lleguen cálidas a tu piel.. a los besos que traigan agua dulce a tus labios sedientos de fe.
Fe en alguien a quien volver a amar.
Te has vuelto escéptico y aún sin conocerte, yo no te creo.
No creo que no creas en el Amor.
Simplemente es temor, prefieres vivir con tus espinas que sólo sangran de vez en cuando a dejar que una mano sane las heridas por la posibilidad de hacerlas más profundas después..
Zurciste tu alma como pudiste mientras lamías tus lamentos en un rincón apartado, te acomodaste en él creyéndote protegido y niegas la entrada al mundo exterior, no quieres descoser lo que ya son cicatrices por miedo a que la brecha se vuelva a abrir.
Déjame decirte, aunque te entienda, aunque yo no sea nadie para ti y mucho menos la mejor consejera.. que debes volver a permitirte latir.
Te engañas ocultándote en tus días, en las sombras que te traen seguridad, te mueres en lo estable de tus noches y mutilas tu capacidad de sentir.
Dices estar bien en tu rincón semivacío, cuando eso no es vivir para ti.
Callas las voces que te dicen que la vida es palpitar, sentir, vibrar, un estremecimiento al contacto, un reconocimiento inmediato, la chispa que salta y que todo lo incendia...
La que intentas apagar, la que quieres olvidar.
No te creo cuando dices que vives y sabes como yo, que sólo ves tus días pasar.
No te creo cuando dices que no necesitas eso para tu bienestar, tus palabras te delatan, la necesidad de entregar..
Lo que no puedes esconder tras las líneas de tu subconsciente, la fuerza innata que te domina sin que la puedas remediar...
Tienes atado un caballo desvocado, diques puestos en tus ríos, presas que cortan las corrientes y un corazón amordazado.
Debes saber que lo natural, sigue su curso..
Que el caballo nació para ser libre, que la corriente del agua siempre sigue su cauce y que tú, querido amigo, estás hecho para amar.
Déjate querer, déjate ver en otros ojos otra vez, permite a los besos que hablen por tu voz, cierra los ojos y libérate del peso que llevas contigo.
Sólo hoy me di cuenta de esto, no me preguntes por qué, o sí.. pregúntame que quizás, sí tenga la respuesta..

No puedo bailar contigo hoy, quien sabe mañana?
De todas formas.. es para ti.

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