Me gusta preguntarme el por qué de ciertas cosas que suceden..
Las respuestas nunca llegan en el momento, por mucho que quiera averiguar.
Llegan tardías, a través del tiempo obsequiándome con cierta complicidad, con quien? no lo sé, tal vez conmigo misma o con ese " por qué " que ya no está..
Son puertas entreabiertas que dejaron dudas en su momento, puertas de las que, a veces tarde, se me entregan las llaves para cerrar.
De otras que justo se abren, quisiera tener, al menos, la seguridad de que no será algo pendiente que con el tiempo deba zanjar, pero eso.. es imposible.. nadie sabe de antemano lo que pasará..
Y hoy justo cuando me encuentro a punto de cruzar el umbral, no me pregunto el por qué de su existencia.. sólo me viene un " podrá ser ésta?"
El tiempo me dará la respuesta, yo quiero dejarme tentar.. dirigirme hacia el templado anaranjado que me invita a entrar..
De qué color son las partes de la felicidad?