Recuerdo de una tarde de verano.

A través de las cortinas bailarinas del viento se entreveía su piel morena..
Tendido en la cama, abandonado al sosiego de la tarde en brazos del sopor cálido del verano, su cuerpo respiraba profundamente rendido al sueño.
Ella, alimentaba sus pupilas fotografiando cada juego de sombras en su piel..
El brillo tímido de la luz entrando por las rendijas de aquellas persianas hacía, si cabía, más apetecible su visión..
Sólo unos centímetros de separación entre ellos, dos cuerpos jóvenes rendidos al bochorno, acunados por el canto de las chicharras y la brisa acariciándolos al pasar..
Fuera, el suelo ardía, desprendiendo calor, calor que ella sentía en cada poro de su piel..
Su mente volaba libre entre fantasías, jugando entre pensamientos prohibidos, como lo hacía con sus piernas valaceándolas de un lado a otro.. quizás ese movimiento lo despertara y la descubría inventando nuevas formas de placer en su espalda..
Él, sin duda, reconocería su mirada penetrante y quien sabe.. posiblemente sucumbiría a sus propios límites, olvidando antiguos pactos dando rienda a la más trémula pasión...
Si ella siguiera moviendo las piernas ansiosas por sentir..
Fuego con fuego, baños de piel..